domingo, 20 de diciembre de 2009


El amor, las relaciones, los sentimientos, no se fundan en una razón prudente por eso no me gusta hablar de amores imposibles , sino de amores improbables; porque lo improbable es por definición probable.
Lo que es casi seguro que no pase es que puede pasar.
Y mientras haya una posibilidad, media posibilidad entre mil millones de que pase, vale la pena intentarlo.

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