miércoles, 30 de junio de 2010

Lo malo de las adicciones es que nunca acaban bien. Llega un momento en el que lo que nos ponía eufóricos, deja de hacerlo y empieza a doler. Dicen que no superas tu adicción hasta que no tocas fondo, pero... ¿cómo sabes que lo has tocado? Porque por mucho que algo te duela, a veces, dejarlo, duele aún más..

No hay comentarios:

Publicar un comentario