jueves, 9 de julio de 2009


Hablé conmigo mismo como si fuera un sueño. Una distancia que se asume, un porro que me consume, una noche, una plaza, una botella que nos une... Porque todos tenemos una historia que debe ser contada, guardamos un secreto del que nadie sabe nada. Es la misma vieja historia, el mismo jodido juego, vivimos compitiendo tu golpeas, yo golpeo, y... no hay nada malo en desearlo y en quererlo hacer, nada malo en recorrer tu cuerpo en busca de placer. Cansado y harto volví a mi cuarto triste y oscuro... fue así como comprendí que sin amor no hay futuro y que si la vida es un instante, hoy quiero olvidar que existo.

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