martes, 29 de septiembre de 2009


No importa lo que dure. De veras, no me importa. Esto es tanto, tan mío, es tan nuestro, es tan herida y risa y cielo al mismo tiempo, que aunque un día te vayas, aunque un día me dejes, aunque lo tuyo se haga astillas de viento, en mí quedará el huerto...las raíces de lo que en él sembraste... el huerto empecinado en seguir floreciéndole a tu ausencia, a tu olvido, a tu adiós.
Y nunca estaré sola, aunque me dejes sola, porque en mi vida recibí tan poco (y lo poco tan triste), que la dicha que tu me das ahora me alcanzará para seguir usándola hasta que de mí no quede nada. No importa lo que dure. Pero dime que es para siempre. Mientras dure, dime que vamos a alcanzar la eternidad con este amor... y yo me sentiré pequeña, mientras tiembla mi carne con leves aleteos de mariposas nuevas.

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